No olvides que una vez tu fuiste sol no olvides ni la tapia ni el laurel no dejes de asombrarte al asistir a un nuevo nacimiento en tu jardín. No pierdas una ventana no entregues tus mañanas de aguaceros y juegos ni desentierres tesoros, viejos. No ocultes lo que ayer se te ofreció no escondas ni la pena ni el dolor no dejes que una nube diga adiós, no saltes en pedazos, no ocultes tu diamante, no entregues tu perfecto amanecer ni tus estrellas, ni tu arena, ni tu mar ni tu incansable caminar, vete de nuevo hasta el arroyo donde esta tu mejor canto. Y ve, cálmale la sed a tus enormes prados no permitas que se pierda tu cosecha hoy que hasta la lluvia fiel no te ha escuchado y busca tu raíz Y dale la caricia a la que siempre espera la única manera de hacerla que vuelva a ofrecerte frutos hasta en el invierno y no olvides que una vez, tu fuiste sol Y ve, desata esos diques de corrientes presas déjate llevar y vuelve a ser jinete baja hasta tus valles de palomas sueltas que este es tu país Donde están tus riendas donde esta tu espuma donde abandonaste tu camino entonces donde naufragaste haz crecer mil rosas, y no olvides que una vez tu fuiste sol.

viernes, 24 de septiembre de 2010

MUESTRA DE CANTO y Por qué cantamos, Mario Benedetti


Por qué el río está sonando

y cuando suena el río / suena el río

Por el niño y porque todo

y porque algún futuro y porque el pueblo

porque los sobrevivientes

y nuestros muertos...


CANTAMOS porque el grito no es bastante

y no es bastante el llanto ni la bronca

cantamos porque CREEMOS EN LA GENTE

y porque venceremos la derrota.

Cantamos porque el sol nos reconoce

y porque el campo huele a primavera

y porque en este tallo en aquel fruto

cada pregunta tiene su respuesta.

Cantamos porque llueve sobre el surco

y somos militantes de la vida

y porque no podemos ni queremos

dejar que la canción se haga ceniza.

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